#VibraMéxico. Sobre nacionalismos
y sobre derechos y libertades
Por Fernando
Mendoza Elvira
“Nacerá un día
un pueblo de ciudadanos, unido y amalgamado por un común amor y un común
orgullo, inquebrantable e invencible para siempre.”
Adolfo Hitler[i]
Ante
la amenaza que representa a la humanidad el neo-nacionalismo
encabezado por Donald Trump desde la presidencia de los Estados Unidos de
América múltiples voces y movimientos de protesta se han erigido en contra de
las implicaciones de exclusión, discriminación, racismo, misoginia, homofobia,
entre otras, que son resultado de su propuesta para recuperar la grandeza americana, mediante acciones de gobierno que
atentan contra los derechos humanos y las libertades públicas.
En
nuestro país se ha convocado a una marcha de protesta a realizarse en distintas
ciudades del país el 12 de febrero de 2017, y se ha difundido ampliamente en
redes sociales bajo el hashtag #VibraMéxico.
La iniciativa surge como una acción desde la sociedad civil (OSCs, instituciones
educativas y asociaciones empresariales) bajo la motivación siguiente:
“Es momento de que los ciudadanos sumemos
esfuerzos y unamos voces para manifestar nuestro rechazo e indignación ante las
pretensiones del Presidente Trump, a la vez de contribuir a la búsqueda de
soluciones concretas ante el reto que ellas implican.”[ii]
Una
lista de 77 nombres de organizaciones se han sumado a dicho movimiento, por
citar algunos: Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Transparencia Mexicana, Artículo 19, CENCOS;
instituciones académicas y educativas como El Colegio de México la UNAM, la
UAM, la UP. Llama la atención en la larga lista encontrar también a México
Unido contra la Delincuencia o Mexicanos Primero.
Como
podemos ver múltiples actores que han encabezado luchas y reivindicaciones sociales
confluyen en un mosaico de diversas ideologías en un frente plural. La aparente
nota en común es una especie de unidad en contra del enemigo en común: Trump.
No
ha estado libre de voces en contra ese movimiento, actores como el padre
Solalinde o periodistas como Julio Astillero se han pronunciado señalando como
crítica que la protesta debiera tener como destinatario el gobierno mexicano,
en especial, contra el presidente Peña. Se argumenta que sumarse al llamado de unidad nacional es hacerle el juego
precisamente al gobierno y desviar la atención del verdadero agravio a la sociedad:
la mala conducción del Estado mexicano.
Por
otra parte, voces calificadas como la de Emilio Álvarez Icaza coinciden en
señalar que, por el contrario, la manifestación además de tener el objetivo de
unir esfuerzos contra las acciones agraviantes de Trump hacia la nación
mexicana, también es un reclamo hacia el gobierno peñista por su deficiente actuación en la defensa de los intereses
nacionales.
El
presidente Peña Nieto ha insistido en hacer llamados a la unidad:
"Hoy nuestra Nación, como pocas veces en su
historia reciente, está a prueba. Vivimos momentos cruciales en que se han
conjuntado desafíos del exterior, con retos del interior.
Son tiempos de decisiones que no sólo van a
determinar nuestro presente, sino también el futuro de nuestros hijos y el de
las próximas generaciones. Son tiempos que llaman a la unidad: unidad en lo
esencial, unidad como sociedad y como nación, unidad para encontrar juntos
soluciones a las exigencias de nuestro tiempo”[iii]
Por
nuestra parte, a reserva de abundar sobre el tema del nacionalismo con mayor amplitud en otra disertación, pareciera
pertinente subrayar lo riesgoso que doctrinal y políticamente hablando puede
resultar exaltar sentimientos nacionales frente a las acciones del señor Trump.
No pareciera pertinente combatir el neonacionalismo
Trumpiano con un llamado similar. Las
lecciones de la historia nos han enseñado con crudeza experiencias en el Siglo
XX de exclusión, exterminio y degradación como el nacionalsocialismo de Hitler:
“Esta doctrina [del nacional socialismo], que
claramente se deriva del místico concepto que tenía Rousseau acerca de la
Voluntad General, concebía la jefatura como la expresión natural del
germanismo. Niega absolutamente la tradición de la democracia occidental… y
afirma la absoluta e indivisible soberanía de la nueva jefatura sosteniendo que
la nación debe considerarse un todo íntegro e inalterable... Al combinarse con
una teoría racial específica se hace todavía más formidable ya que esta teoría
mantenía la superioridad peculiar de los arios sobre el resto de la humanidad…
ellos se encuentran unidos por la igualdad de sangre y su superioridad racial
les da derecho a la dominación del mundo.”[iv]
La
fortaleza de la reacción a las posiciones intolerantes del mandatario
estadunidense nos parece que radicará en invocar los derechos humanos
reconocidos en los tratados y convenciones internacionales y las libertades
públicas contenidas en los mismos.
Ante
las falacias neonacionalistas en que
se sustenta la exclusión y discriminación argumentemos la universalidad de los
derechos y libertades. Apelemos a la comunidad internacional para la defensa de los principios universales
de libertad, igualdad y fraternidad.
Desde
aquí nos sumamos en lo fundamental a ese movimiento plural que se está
conformando, pero pongamos el foco no en #VibraMéxico, depositemos la
legitimidad en la reivindicación de derechos y libertades.
[i] Adolfo
Hitler, Mein Kampf, citado por Jean
Jacques Chevallier en Los Grandes Textos
Políticos, Editorial Aguilar, 7ª edición, 1979, Madrid, España, P. 388.
[iii]
Enrique Peña Nieto, discurso pronunciado el 5 de febrero de 2017 con motivo de la
conmemoración del Centenario de la Promulgación de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, visible en: http://www.gob.mx/presidencia/articulos/centenario-de-la-promulgacion-de-la-constitucion-politica-de-los-estados-unidos-mexicanos-94629?idiom=es
consultada el 10-02-2017.
[iv] Richard
H.S. Crossman, Biografía del Estado Moderno, 2ª edición en español de la 4ª en
inglés (1938), Fondo de Cultura Económica, México, 1965, pp 310, 311.
ESTOY TOTALMENTE DE ACUERDO, CREO QUE LA UNIÓN DE LOS MEXICANOS DEBE SER PARA EXIGIR AL GOBIERNO (PEÑA NIETO, VIDEGARAY, SENADORES, DIPUTADOS Y TODOS LOS QUE GOBIERNAN EN MÉXICO) UNA POLÍTICA Y LANES DE DESARROLLO Y ENFRENTAMIENTO FIRME A LAS POLÍTICAS DISCRIMINATORIAS, INTERVENCIONISTAS Y DICTATORIALES DEL SR TRUMP.
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